El gasto en pensiones supera ya el 14% del PIB

Nov 6, 2024 | Noticias

El futuro de las pensiones en España: Un reto económico sin precedentes

El gasto de la Seguridad Social en pensiones en España está en aumento y se espera que crezca de forma exponencial en las próximas décadas. Esta tendencia se debe principalmente al cambio demográfico en el país, marcado por el envejecimiento de la generación del “baby boom”. Según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), el gasto en pensiones alcanzará un 14% del Producto Interno Bruto (PIB) este año, el nivel más alto en la historia reciente si se excluye la pandemia.

Este crecimiento genera una gran preocupación: ¿es sostenible el sistema público de pensiones en su forma actual? En este artículo, exploraremos los motivos detrás de esta tendencia, las proyecciones futuras y las soluciones posibles para afrontar este reto.

El auge del gasto en pensiones

Para comprender el incremento en el gasto en pensiones, es importante tener en cuenta algunos datos clave. En 2022, la relación entre el gasto en pensiones y el PIB se situó en un 13,2%. Esta cifra subirá a un 13,9% al cierre de 2023, impulsada principalmente por el retiro de la generación del “baby boom”, quienes además reciben prestaciones más elevadas en comparación con generaciones anteriores. A esto se añade la revalorización de las pensiones en función de la inflación, una medida que garantiza el poder adquisitivo de los pensionistas, pero que también aumenta el gasto del sistema.

La AIReF estima que durante las próximas décadas el gasto en pensiones rondará el 15,1% del PIB, y que en la década de 2040 podría alcanzar el 16,2% del gasto público del país. Estos datos reflejan la gran presión financiera a la que se enfrenta el sistema de pensiones español, especialmente en un contexto de bajo crecimiento económico.

El gobierno y sus estimaciones: ¿Optimismo o realidad?

El Gobierno español también ha realizado previsiones para el gasto en pensiones. En el Plan de Estabilidad 2023-2026, remitido a la Comisión Europea, se proyecta un gasto en pensiones del 13,4% del PIB para este año. Esta cifra es similar a la prevista para finales de la década, lo que sugiere que el nivel de gasto en pensiones que el Gobierno proyectó para dentro de siete años ya se está alcanzando en 2023.

En contraste, la AIReF estima un gasto medio del 15% del PIB en las próximas décadas, con picos que podrían superar el 16% del PIB para mediados de siglo. El optimismo del Gobierno podría deberse a sus expectativas de un crecimiento económico más alto, ya que proyectan un crecimiento potencial del PIB cercano al 2%, mientras que la AIReF maneja cifras más moderadas, alrededor del 1,4%. Este aspecto es fundamental, ya que el crecimiento económico influye directamente en la capacidad de sostener el sistema de pensiones a través de ingresos fiscales y cotizaciones sociales.

Medidas para Sostener el Sistema

En los últimos años, el Gobierno ha implementado algunas medidas para intentar aliviar la presión sobre el sistema de pensiones. Entre estas medidas se incluyen:

1. Bonificaciones para alargar la vida laboral: Incentivar a las personas a trabajar más allá de la edad de jubilación para reducir el periodo en que se perciben pensiones y aumentar las contribuciones al sistema.

2. Incremento de las cotizaciones: Aumentar los ingresos de la Seguridad Social a través de cotizaciones más elevadas, una medida que afecta a empresas y trabajadores.

3. Retraso de la edad de jubilación: De manera progresiva, la edad de jubilación se ha ido elevando para adaptarse al aumento en la esperanza de vida.

4. Separación de fuentes de financiación: La Seguridad Social, que principalmente financia las pensiones contributivas, recibe un apoyo creciente del Estado para cubrir el gasto en pensiones no contributivas. Este principio de “separación de fuentes” implica que una parte significativa del gasto en pensiones se financia a través de impuestos.

Estas medidas, sin embargo, pueden no ser suficientes a largo plazo, ya que los ingresos de la Seguridad Social no alcanzan para cubrir el gasto en pensiones, lo que hace necesario recurrir cada vez más a transferencias del Estado.

La importancia de los impuestos para sostener el sistema

El sistema de pensiones español es contributivo, lo que significa que las pensiones de los jubilados se pagan con las aportaciones de los trabajadores activos. La viabilidad de este sistema depende en gran medida de la demografía (cuántas personas están trabajando y cuántas se jubilan) y del mercado laboral (niveles de empleo y salarios). Sin embargo, en los últimos años, el sistema ha dependido cada vez más de las transferencias del Estado, que financia estas aportaciones mediante impuestos.

Actualmente, los impuestos representan el 23% de los ingresos de la Seguridad Social. Esto significa que una parte importante de las pensiones se cubre con dinero del Estado, lo que aumenta la presión sobre las finanzas públicas. Según el think tank Fedea, las transferencias para cubrir el gasto en pensiones contributivas han aumentado un 98,6% desde 2019, lo cual muestra que el sistema contributivo, en su forma actual, no es autosuficiente.

¿Qué nos Espera en el Futuro?

La situación actual plantea un reto complejo. A medida que más personas de la generación del “baby boom” se jubilan, la presión sobre el sistema de pensiones aumentará, y será necesario tomar decisiones difíciles. Las soluciones pasan por un conjunto de medidas que incluyen, además de las ya mencionadas, un enfoque en fomentar el ahorro privado para complementar las pensiones públicas y asegurar una vejez tranquila.

Algunos expertos señalan que una reforma profunda será inevitable en los próximos años para garantizar la sostenibilidad del sistema. Esto puede incluir una mayor flexibilización del mercado laboral, cambios en los impuestos, e incluso ajustes en el nivel de las prestaciones. Aunque estas reformas no son sencillas, son necesarias para evitar que el sistema de pensiones español se vuelva insostenible.

Resumiendo, tenemos un problema

El gasto en pensiones en España seguirá aumentando en las próximas décadas debido a la jubilación de la generación del “baby boom” y la necesidad de revalorizar las pensiones con la inflación. Este incremento plantea un desafío para la sostenibilidad del sistema público de pensiones, que cada vez depende más de las transferencias del Estado.

Para asegurar un futuro en el que las pensiones puedan seguir siendo una fuente de ingresos digna para los jubilados, es fundamental que tanto el Gobierno como la sociedad adopten un enfoque proactivo. Esto implica desde políticas de empleo que fortalezcan el sistema de pensiones, hasta incentivar el ahorro privado. La sostenibilidad del sistema de pensiones español dependerá de la capacidad de adaptación del país a estos cambios demográficos y económicos.